HOMEOPATÍA

La homeopatía es un método terapéutico con el que se trata cualquier tipo de enfermedad y cuyas raíces se basan en el pensamiento de hipócrates (padre de la medicina). Se basa en leyes biológicas y su efectividad y seguridad fue demostrada por el médico alemán Dr. Hahnemann (1755-1843), también químico y toxicólogo, que experimenta sustancias en el hombre sano, comprobando los síntomas que produce, y como estas son capaces de tratar los mismos síntomas que se manifiestan en la persona enferma. Con esta experimentación se adelanta cincuenta años al padre de la fisiología experimental Claude Bernal.

Experimenta, en sí mismo y sus colaboradores, las sustancias que en aquel entonces se usaban y descubre su acción fármaco-dinámica en el hombre sano.

Por otra parte, al aplicar estas sustancias como agentes terapéuticos en pacientes con síntomas parecidos a los experimentados, descubre que es una terapéutica reactiva y actúa en el mismo sentido que las reacciones del organismo.

Es una medicina individualizada y trata de forma global al individuo, siendo el medicamento homeopático un estimulante específico de ese organismo. Su finalidad es restablecer la salud de manera suave, tranquila y duradera, eliminando la enfermedad y restableciendo el equilibrio físico y psíquico a través del uso del medicamento homeopático.

Todas las enfermedades pueden ser tratadas con homeopatía aunque en algunos casos se utiliza simultáneamente con otro tipo de técnicas.

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¿Cuándo se utiliza la homeopatía?

La homeopatía se dirige tanto a los adultos como a los lactantes, los niños, o personas de edad avanzada estando particularmente recomendada para las mujeres embarazadas, puesto que puede tratar problemas del embarazo (náuseas, etc.) así como facilitar el proceso del parto y sus circunstancias posteriores. Por lo tanto es una terapia de elección, que si se usa de forma correcta, devuelve la salud de una manera eficaz o mejora sustancialmente la calidad de vida del paciente, en caso de enfermedades irreversibles.